La finca El Lobo situada en la partida rural de Pozoblanco, dentro del término de Monforte del Cid, ha sido objeto de una tala selectiva de cientos de pinos que fueron plantados por Icona hace más de treinta años. Los trabajos se llevaron a cabo dos años atrás aunque los denunciantes, entre los que se encuentra el alicantino Pedro Jurado, han optado por sacar el tema a la luz pública «para que se tomen medidas contra los autores de esta masacre», comenta indignado.
La finca se halla a las faldas de la sierra del Cid y supera los cinco millones de metros cuadrados de superficie. Años atrás fue adquirida por la familia Quesada, del grupo inmobiliario Masa, con la intención de construir un campo de golf y 4.000 viviendas. Las fuentes consultadas aseguran que la operación de compraventa superó los 3,6 millones de euros, cerca de seiscientos millones de pesetas. La promotora presentó su propuesta urbanística al Ayuntamiento y tras obtener el visto bueno la actuación fue remitida a Territorio. Tras el correspondiente estudio la Conselleria rechazó la macrourbanización por su impacto paisajístico, la proximidad de un campo de tiro del ejército y la lejanía del casco urbano monfortino. Fue en ese intervalo cuando se realizaron los trabajos de tala selectiva y se acondicionaron los caminos que circundan el paraje.
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