La alcaldesa de Valencia, Rita Barberá, del PP, estampó ayer su firma en un acuerdo que recupera para la ciudad la antigua fábrica de tabacos y deja en manos del grupo inmobiliario Ballester un negocio multimillonario. La permuta acordada con la empresa convierte al Ayuntamiento en propietario de parte de Tabacalera, un complejo industrial histórico de 23.832 metros cuadrados de superficie que albergará la mayoría de dependencias municipales. A cambio del inmueble, el grupo Ballester podrá construir viviendas en dos parcelas que suman 43.700 metros de edificabilidad en las zonas más cotizadas de la ciudad. Fuentes del sector calculan los beneficios de la empresa en al menos 220 millones de euros.
Barberá subrayó que el acuerdo es "absolutamente transparente y ajustado a la ley", para "satisfacción" del equipo de gobierno del PP y a pesar de las "rabietas de la oposición", como calificó las denuncias de socialistas y EU-L'Entesa, que consideran la operación un "pelotazo urbanístico" a costa del patrimonio municipal.
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