El límite lo marca la ley. El portavoz socialista en el Ayuntamiento de Valencia, Rafael Rubio, valoró ayer "la buena voluntad" del presidente del Valencia CF, Juan Soler, para retomar el diálogo sobre la operación de Mestalla tras los ataques del club al PSPV-PSOE. No obstante, Rubio fijó como condición que la recalificación se ajuste a la normativa, con un máximo de 60.000 metros de edificabilidad frente a los 89.830 previstos.
La operación de Mestalla implica una doble modificación urbanística que permitirá al Valencia CF construir viviendas en el solar del viejo estadio y construir otro campo en un terreno de la avenida de las Cortes Valencianas que se convierte en deportivo privado con uso recreativo. El PSPV-PSOE rechaza la recalificación del suelo de Mestalla pactada entre el gobierno local de Rita Barberá, del PP, y el Valencia CF, y ayer Rubio advirtió de que cualquier acuerdo sobre la operación -con la que el club ganará un mínimo de 100 millones de euros y pagará el nuevo estadio- debe cumplir la normativa. "¿La ley permite una actuación discrecional a los ayuntamientos en el urbanismo? Sí. ¿Qué límites tiene? Los que marca la ley", afirmó Rubio. El portavoz auguró que el PP torpedeará una solución dialogada con el club.
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