miércoles, noviembre 08, 2006

REFLEXIÓN SOBRE CÓMO ENGAÑA EL PP: LA UTILIZACIÓN DE PODEROSAS TÉCNICAS DE PERSUASIÓN Y MANIPULACIÓN



La verdad no está de moda entre las filas populares. Es vista como algo totalmente prescindible, inútil e incluso incómodo. El uso cínico de la mentira al que nos tiene acostumbrado el Partido Popular a partir de prácticas antipolíticas que alimentan un estado permanente de distorsión de la realidad responde a una estrategia perfectamente estudiada por sus expertos de marketing, desarrollada ambiciosamente visto el éxito que ha tenido en otros países como EE.UU.





Por mis estudios de psicología, este tema siempre me ha fascinado, y en mis libros de texto siempre ha ocupado un lugar privilegiado para la reflexión y profundización. Muy a menudo recupero mis apuntes de psicología social y les doy un repaso para refrescarme y recordar que la palabra puede ser más eficaz y puede hacer más daño que una pistola. Es interesante saber como responde la mente humana a un mensaje, cuando este es efectivo, cuando no, el tipo de lenguaje indicado según sea el público, según el nivel cultural de los receptores, así como las más diversas y efectivas técnicas de manipulación y persuasión que se puedan imaginar.






El Partido Popular aplica todos los días aquellos principios que ya entonces un tal Goebbels asentó en los oscuros años de nazismo. Lo de repetir una mentira mil veces hasta que se convierta en verdad está a día de hoy más de moda que entonces. Porque el espejo donde el PP se mira es el Partido Republicano de G. Bush y el ejemplo es que allí, sin un líder preparado, con un discurso falto de contenidos y con una gestión pésima, los neoconversadores se llevaron las últimas elecciones presidenciales contra todo pronóstico.




Porque han sido los republicanos de EEUU los que han estudiado con mayor celebridad e interés, invirtiéndo muchísimo dinero, los mecanismos del voto, las motivaciones de las personas cuando lo ejercen, y cómo los mensajes pueden hacer diana facilmente en el electorado. Una apuesta contundente por ganar a cualquier precio mediante el engaño, la falacia, la confusión y las malas artes con el adversario si fuesen necesarias. La ley del mínimo esfuerzo en definitiva, la elección del camino más corto para llegar a meta dejando de lado cualquier atisbo de ética o moral, porque repito, la verdad no les importa, es como lo demás, un negocio con el que se puede traficar.




Artículo completo en La Sombra de Aznar

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