
La obstinación en convertirlas en historia arqueológica es persistente. Uno de sus más recientes avatares es el propósito del Ayuntamiento de Alboraia de proceder a una reclasificación decisiva del territorio de huerta que se mantiene en producción. En primera línea de su franja costera existe un tramo que ocupan, inapropiadamente, unas importantes empresas comerciales, terrenos que pasarían a ser suelo residencial, mientras ellas los venderían y se trasladarían a la conocida como partida de Vera, una de las zonas de la huerta situada al sur del término y del barranco del Carraixet. ¿Quién gana con todo ello?
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