En el tramo del río Turia entre Vilamarxant y Riba-roja, las concentraciones de nitratos debido a su uso en la agricultura «se acercan peligrosamente y llegan, con alguna frecuencia, al límite máximo de 50 miligramos por litro establecido para las aguas potables de consumo público, comprometiendo de esta manera la aptitud de las aguas para dicho uso». Además, el curso del río antes de la estación potabilizadora de Manises, que suministra agua potable a Valencia y su área metropolitana, recibe «vertidos de aguas residuales, esporádicos y ocasionales con altas cargas orgánicas (cada dos meses y habitualmente nocturnos)» que incrementan la turbidez del agua y la presencia de «solidos en suspensión, fenoles, fósforo, amonio y coliformes» que las hacen «inapropiadas para la potabilización y obligan a suspender la captación de aguas» en Manises «durante dichos episodios».
Este diagnóstico sobre la calidad de las aguas del Turia lo ha realizado la Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ) en el estudio informativo del Parque Fluvial del Turia que ejecutarán la CHJ y la Conselleria de Territorio y que prevé recuperar el curso del río desde Vilamarxant hasta Valencia mediante una inversión de 13,9 millones de euros. El estudio, que salió a información pública en mayo, localiza los vertidos que se vierten al Turia y analiza los sedimentos depositados en el lecho del río para «proponer medidas correctoras tales como biorremediación o dragado».
Sigue leyendo en Levante / EMV
No hay comentarios:
Publicar un comentario