Tras un accidente anterior del metro en Picanya, que se saldó con 30 heridos, se acordó aumentar la seguridad en determinados puntos negros
Una simple baliza de frenado de 3.500 euros instalada a medio camino entre las estaciones de Plaza de España y Jesús en Valencia habría suavizado, si no evitado, el descarrilamiento de las dos UTA que ha provocado la muerte a 42 personas, según los sindicatos de Ferrocarrils de la Generalitat Valenciana (FGV). Opinan que este sencillo mecanismo instalado a unos metros de la curva fatídica y programado para frenar al tren en caso de rebasar una velocidad determinada hubiera descartado la posibilidad de un descarrilamiento a 80 kilómetros por hora en una curva. Sin embargo, directivos de la compañía no lo tienen tan claro. «Cuando pones una máquina a 80 kilómetros por hora contra un sistema de seguridad no está claro que éste pueda resistirlo. A toro pasado es muy fácil encontrar soluciones», aseguró ayer a este periódico Vicente Contreras, director de Explotación.
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