El agua alcanza los 26 grados en la Costa Blanca, un registro del mes de agosto que genera inquietud por su relación con las grandes tormentas
El impacto que ha tenido sobre el mar la entrada en la Costa Blanca de las dos primeras crestas de aire sahariano ha provocado un espectacular aumento de la temperatura del agua que ayer alcanzaba los 26 grados en muchos puntos del litoral. Un registro muy alto para esta época del año y que ha desatado la inquietud entre los investigadores de la Laboratorio de Climatología de la Universidad de Alicante porque el mar es una de las principales fuentes de energía para la generación de lluvias torrenciales. Jorge Olcina, responsable del Laboratorio, advirtió ayer de que «nos ha sorprendido lo rápido que ha subido la temperatura del mar y por lo que se observa en los mapas la situación de calor no va a cambiar. Nos encontramos a mediados de julio y de seguir así la progresión nos meteremos a comienzos de agosto con 27 o 28 grados en el mar y eso sí que es muy excepcional. Estaríamos ante un mar cargado de energía y por tanto con riesgo potencial de formación de tormentas fuertes».
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