martes, octubre 03, 2006

Los regantes cultivarán arroz integrado en parte de las 450 ha ampliadas del Marjal

M. J. Mascarell, Pego

Los grupos arroceros que cultivan en el parque natural del Marjal de Pego-Oliva experimentarán con nuevas producciones en las 450 nuevas hanegadas que la Junta Rectora ha decidido ampliar como zona de cultivo. El presidente de la Comunidad de Regantes, Bernardino Ortolà, explicó ayer a Levante de Alacant que la intención de los agricultores es cultivar una variedad conocida como arroz integrado en parte de las 450 hanegadas. Se trata de un producto de calidad, dando prioridad a los métodos que tienen en cuenta el medio ambiente pero sin seguir la normativa para el cultivo de arroz ecológico. El arroz integrado sí que utiliza productos químicos en su tratamiento aunque en menor cantidad que el cultivo normal y sigue una línea de alimentación natural.

Bernardino Ortolà explicó ayer que existe una línea de apoyo de la Conselleria de Agricultura al cultivo de arroz integrado y, aunque «la ayuda no es significativa, creemos que esta producción es factible».
Otra de las iniciativas que emprenderán en breve los agricultores es la ubicación de lagos en medio de las nuevas hanegadas cultivables. «Queremos conseguir un entorno agradable, donde nidifiquen las aves y la fauna y la flora se desarrolle con normalidad», apuntó ayer el presidente de la Comunidad de Regantes. Cabe recordar que la zona ampliada se encuentra en la partida Racons.
En este sentido, los agricultores también apuestan por la construcción de un centro de recepción en el término de Pego para poder dar a conocer todo el humedal así como las actividades que se desarrollan en el parque natural, incluidos los cultivos de arroz.
Otro de los proyectos que tiene en mente la Comunidad de Regantes es crear una zona -en la más alta- de cultivo hortofrutícola y, especialmente, de productos para ornamentación, que tienen sobre todo una demanda extranjera. Según Bernardino Ortolà, «la producción de naranja pasa por horas bajas y creemos que si empezamos a experimentar con nuevos cultivos puede servir de espejo para que otros agricultores tomen iniciativas y se cree un camino alternativo a los cítricos».

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