La defensa legal del alcalde de Orihuela, en un descriptivo escrito de alegaciones presentado al juzgado para justificar el uso por parte de éste de un automóvil marca Bentley y propiedad de un conocido promotor local, afirma que «antes que alcalde fue mecánico. Aficionado a la restauración de este tipo de vehículos en Orihuela y aledaños».
Y es que José Manuel Medina, recuerda su defensa, tiene un amplio un largo listado de vehículos antiguos de su propiedad. Entre otros, un Peugeot Berlina del 50, un Citroen 11 del 53 y un 850 Seat Spider.
Por eso, «como segundo inciso» sus abogados manifiestan que «frente a las denuncias iniciales» no era un Rolls Royce de gran cilindrada lo que conducía el alcalde por la ciudad, «era un coche viejo de más de 15 años que la propia policía valora en no más de 45.000 euros» y que además «le daba problemas» a su propietario, Joaquín Grau. Este último, es un empresario al que el Ayuntamiento ha adjudicado planes urbanísticos en el municipio, y al que se le vincula en la investigación judicial y de Fiscalía con el uso del Bentley por parte del primer edil.
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