La ministra de Medio Ambiente Cristina Narbona defendió ayer el derecho que tienen los ciudadanos a que se lleve a cabo una transformación urbanística «más sensata» para intentar acabar con el urbanismo salvaje que se está llevando a cabo en muchos puntos del país y que si sigue así acabará con «la gallina de los huevos de oro». Además, recordó que para impulsar la lucha contra estas actuaciones negligentes, perseguirlas y penalizarlas con mayor rigor el Gobierno ya creó la Fiscalía de Medio Ambiente y Urbanismo.
La titular de Medio Ambiente destacó que su Ministerio está llevando a cabo un proceso de recuperación de los espacios públicos.
Por otro lado, Narbona quiso mostrar su confianza ante la utilización de plantas desaladoras como un instrumento para paliar la sequía. Y señaló que desde el principio de la legislatura se han puesto en funcionamiento «seis nuevas» y aseguró que próximamente se implantarán más. La ministra espera que al final de la legislatura se haya dado «un salto impresionante» en relación con el volumen de agua desalada. Explicó que estas plantas permitirán reducir la dependencia de las aguas subterráneas y superficiales de la zona del Levante. Así actúa la nueva planta desaladora de San Pedro de Pinatar, en Murcia, que permitió evitar cortes de agua en el año más seco de la historia de España.
Visto en Diario Información
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