La proliferación incontrolada de decenas de chalés por la Marina Alta está generando un problema de salud pública en los municipios de Parcent, Xaló, Alcalalí y Llíber debido a la contaminación de los acuíferos por la filtración de los vertidos a los pozos ciegos, fosas sépticas y balsas de estas viviendas unifamiliares, habitadas en su gran mayoría por ciudadanos extranjeros desde hace varios lustros. Así consta en una denuncia de la Comunidad de Regantes y Usuarios Vall de Pop -responsable del abastecimiento de agua potable a los citados municipios-, que refleja «los continuados y directos vertidos de aguas residuales sin depurar al subsuelo y al dominio público hidráulico». La denuncia parte de un informe geológico que reclama a las administraciones competentes -ayuntamientos, Conselleria de Territorio y Confederación Hidrográfica del Júcar- la inmediata paralización de los vertidos.
Sigue leyendo en Diario Información
No hay comentarios:
Publicar un comentario