Ha transcurrido casi una semana entre que el alcalde de Benissa, Juan Bautista Roselló, dio la orden y la triturado ha abandonado y se ha marchado. El pasado martes otra máquina cargó la instalación de la discordia y se la llevó de Beniver para satisfacción de los vecinos de la zona quienes habían denunciado -incluso en el mismo pleno- que los trabajos de la trituradora llenaban de polvo sus casas y causaban multitud de molestias.
Pero además resultó que la máquina no contaba con la licencia correspondiente para poder desarrollar las labores y desde su llegada a la futura urbanización de Beniver se incumplieron los horarios que marca la ordenanza de Alcaldía.
Fue el primer edil del Partido Popular quien tras las quejas de los vecinos y las advertencias del grupo municipal socialista -hablaron incluso de acudir al Seprona- ordenó finalmente la paralización de los trabajos de la trituradora.
Visto en Diario Información
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