Los sindicatos de Ferrocarrils de la Generalitat Valenciana (FGV) han reclamado durante seis años mejoras de seguridad en la línea 1 del metro de Valencia, donde el día 3 de julio un descarrilamiento causó la muerte de 42 personas. Ayer, UGT acreditó advertencias de la necesidad de introducir medidas de seguridad en el trazado desde 2000. Mejoras que en parte se introdujeron tras un accidente en 2005, con la instalación de algunas balizas de frenado automático. Ninguna de ellas se colocó en la curva donde ocurrió el siniestro, pese a que los maquinistas las reclamaron en puntos previos a todas las curvas.
La actitud de la Generalitat en los últimos días en relación con el accidente de metro de la semana pasada en la estación de Jesús ha levantado indignación en los representantes de los trabajadores. Los sindicatos no están dispuestos a que la responsabilidad de la tragedia recaiga sobre el maquinista que conducía el convoy, fallecido también en el accidente, ni en el Comité de Seguridad en la Circulación por no denunciar la inseguridad de la curva, como sugirió el consejero de Transporte, José Ramón García Antón, durante el debate en las Cortes Valencianas del martes.
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