Diez de los dieciocho municipios de la Marina Baixa redactan nuevos PGOU. Los otros ocho desarrollan las urbanizaciones a un ritmo frenético. El actual censo de 175.000 habitantes se verá incrementado hasta alcanzar 450.000 personas dentro de 15 años, cuando se hayan desarrollado todos los planes. Pequeñas poblaciones como Orxeta multiplicarán por 20 su padrón, hasta alcanzar los 15.000 vecinos. Finestrat y Polop lo multiplicarán por seis, con 36.000 y 30.000 habitantes, respectivamente, y Callosa d'en Sarrià lo multiplicará por tres hasta llegar a 21.000.
La presión urbanística no es ajena ni siquiera a los pueblos más pequeños del interior, como Tàrbena, Benifato o Beniardà. Todos ellos van a crecer urbanísticamente. La Marina Baixa inicia su transformación global más trascendental hacia todas las direcciones, una vez colonizada palmo a palmo la primera línea de costa. El planeamiento prevé que la extensión del cemento y el ladrillo llegue a las faldas del Puig Campana, Monte Ponoig, Vall de Guadalest, Serra Gelada, Río Algar y Aitana.
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