Zaplana también aceleró las obras por motivos electorales
La inauguración de Terra Mítica el 1 de julio de 2000 no estuvo exenta de polémica. Muchas atracciones no funcionaban, las sombras brillaban por su ausencia y la sensación de improvisación era patente. Dos fueron las causas de esta precipitación -uno de los factores de los elevados sobrecostes-: Las elecciones generales celebradas en marzo de 2000, que José María Aznar ganó por mayoría absoluta para el Partido Popular. Y la posibilidad de que un retraso en la apertura significase la pérdida de la temporada y, por tanto de ingresos.
Los intentos de abrir en primavera, en pleno período electoral, resultaron baldíos. Aunque las fotografías del parque casi finalizado surgieron por doquier, Terra Mítica no pudo abrir hasta verano. Lo hizo sin estar preparada, sin realizar las correspondientes preaperturas de prueba -los parques vecinos, como Terra Natura, aprendieron la lección- y con los nervios a flor de piel. Pero el entonces presidente de la Generalitat Valenciana, Eduardo Zaplana, vio cumplido su sueño. Y el Príncipe Felipe, que presidió la inauguración, nunca pudo imaginarse que todo desembocaría en un constante despropósito.
Visto en Levante/EMV
El consejo de administración pidió explicaciones a la dirección
Meses antes de la inauguración del parque temático de Benidorm, se reunió la comisión ejecutiva del Consejo de Administración ante un incremento de presupuesto que suponía un importante sobrecoste de las obras. El comité pidió explicaciones y aprobó los pagos, para poder abrir el 31 de julio de 2000, fecha prevista para la inauguración. En aquel momento, la comisión de ejecución la formaban cinco miembros del Consejo: Luis Esteban, como presidente; Juan Francisco García, en representación de la Generalitat; por Bancaja, Arturo Alario, y por la CAM, José Pina. En las reuniones donde se piden cuentas o se les tiene que presentar informes, presupuestos o previsión de los gastos, también comparecen los responsables de área, en presencia del director general, que ese año era Miguel Navarro; el de contratación, que era Justo Valverde, o el de finanzas, Miguel Izquierdo.
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