La suciedad que arrastra el río Júcar en algunos de sus tramos no es un secreto. Los integrantes de la plataforma Xúquer Viu que bajaron en piragua por el cauce del río desde Alberic hasta Algemesí y los expedicionarios conquenses que han recorrido el cauce en los últimos días así lo atestiguan.
Y además de contaminado, especialmente aguas abajo de Carcaixent y Alzira, el lecho fluvial se muestra con una cada vez más estrecha lámina de agua.
Con todo, el Júcar ha mejorado este año la suciedad que presentaba el verano pasado. Su aspecto general provoca cierto alivio hasta que los vertidos de las grandes ciudades acaban por convertirlo prácticamente en un estercolero.
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